Encargar una maqueta para un proyecto inmobiliario es mucho más que un paso formal en la presentación de una propuesta. Las maquetas permiten materializar ideas, cautivar inversores y transmitir con claridad cada detalle constructivo y urbanístico. 

Son, en definitiva, una herramienta de venta poderosa que refleja la calidad y visión de la empresa promotora. Sin embargo, al solicitar su fabricación, muchos cometen errores que pueden derivar en sobrecostes, retrasos y maquetas que no cumplen su función. 

Descubre cuáles son los errores más comunes al encargar una maqueta y cómo evitarlos, para que tu proyecto cause el impacto deseado desde el primer vistazo y aproveches al máximo esta inversión estratégica.

No definir con claridad el objetivo de la maqueta

Uno de los errores más comunes al encargar una maqueta es no tener claro su propósito. No definir el objetivo desde el inicio puede derivar en un diseño que no cumpla su función, o en un gasto innecesario al incluir detalles que no eran requeridos para ese fin.

Y es que existen maquetas conceptuales, que muestran la idea general de un proyecto y se enfocan en la volumetría, y maquetas de presentación final, que incluyen detalles precisos de acabados, texturas, mobiliario y paisajismo. 

También hay maquetas diseñadas para exhibición permanente y otras para ferias, que requieren mayor resistencia y facilidad de transporte. 

Dar información incompleta o desorganizada

Otro error frecuente es entregar planos desactualizados, archivos faltantes o referencias poco claras. Esto provoca retrasos, confusiones e incluso malentendidos que afectan el resultado final. 

Imagina fabricar una maqueta con un diseño de fachada antiguo o sin la ubicación correcta de accesos y áreas verdes: el esfuerzo se duplicaría para corregirlo. Para evitar estos problemas, revisa y organiza toda la información antes de contactar al fabricante. 

Por lo tanto, asegúrate de incluir planos actualizados en PDF o DWG, especificaciones de materiales y renders de referencia. Una carpeta bien estructurada agiliza el proceso y garantiza una maqueta fiel al proyecto real.

No considerar el nivel de detalle necesario

Las maquetas conceptuales suelen enfocarse en la volumetría general y la distribución de espacios, mientras que las maquetas de presentación final incluyen texturas, acabados, mobiliario urbano, iluminación y paisajismo con gran realismo. 

Si no se aclara desde el principio qué nivel de detalle se requiere, pueden surgir problemas de presupuesto y retrasos, ya que incluir elementos minuciosos aumenta horas de trabajo y materiales específicos. 

Por ende, conversar con el fabricante sobre el uso y el público de la maqueta permitirá ajustar el detalle necesario sin costes innecesarios.

Pensar únicamente en el precio más bajo

Buscar la opción más económica al encargar una maqueta puede parecer una buena decisión financiera, pero priorizar el precio sin evaluar la calidad o experiencia del proveedor suele ser un error costoso. 

Una maqueta mal elaborada transmite descuido y poca profesionalidad, afectando la percepción de inversores o compradores sobre el proyecto. Al fin y al cabo, la maqueta es una carta de presentación que refleja el valor y cuidado de tu propuesta. 

Evalúa siempre la trayectoria del fabricante, los materiales que utiliza y la fidelidad de sus acabados antes de decidir. La calidad será clave para generar confianza.

No considerar el transporte y la instalación

Muchas veces se encarga una maqueta sin pensar en cómo se trasladará o instalará en su lugar de exhibición. Es fundamental planificar la logística desde el inicio: dimensiones finales, peso, embalaje y acceso al espacio donde se colocará. 

Imagina recibir una maqueta de gran tamaño que no cabe por las puertas o ascensores del edificio; esto genera retrasos, gastos adicionales y riesgos de daño al manipularla. 

Así que consulta con el fabricante sobre las mejores soluciones de transporte y montaje. Diseñar la maqueta en módulos o con protecciones específicas evitará sorpresas desagradables y asegurará su integridad durante el traslado.

Falta de comunicación durante el proceso

Encargar una maqueta y esperar al día de la entrega sin mantener contacto es un error que puede derivar en resultados inesperados. La falta de supervisión o seguimiento impide resolver dudas técnicas, ajustar detalles o aprobar avances clave. 

Para evitarlo, establece desde el inicio un canal de comunicación claro con el fabricante, ya sea por correo, teléfono o reuniones periódicas. Designa a una persona responsable de revisar cada etapa y responder con rapidez. 

Esta coordinación permite corregir a tiempo, garantiza que la maqueta avance según lo planeado y evita sobrecostes o retrasos por cambios de última hora.

Elegir proveedores sin experiencia en el tipo de maqueta requerida

No todos los fabricantes de maquetas cuentan con la misma especialización. Algunos se enfocan en maquetas urbanísticas, otros en arquitectónicas de interior o industriales, cada una con técnicas y materiales distintos. 

Elegir un proveedor sin experiencia específica en el tipo de maqueta que necesitas puede resultar en un producto que no refleje correctamente tu proyecto, o que no cumpla con los estándares requeridos. 

Antes de contratar, revisa su portafolio y casos similares. Así asegurarás que entiendan tus necesidades y aporten soluciones creativas y técnicas adaptadas a tu proyecto.

Maquetas.tech: tu aliado para maquetas inmobiliarias de impacto

Elegir un proveedor confiable y con experiencia es clave para que tu maqueta transmita fielmente la calidad y visión de tu proyecto inmobiliario. 

En Maquetas.tech, contamos con un equipo especializado que te acompaña en cada paso, desde la definición del tipo de maqueta y nivel de detalle, hasta la logística de transporte e instalación. 

Si buscas una maqueta que potencie la presentación y venta de tu desarrollo, contáctanos y descubre cómo podemos ayudarte a dar vida física a tus ideas con resultados profesionales y a medida.

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