La función de las maquetas arquitectónicas no es otra que representar un edificio, construido o por construir, para hacer una exposición rápida de su estructura y sus formas. Desde esa idea principal, se les da un uso concreto como puede ser participar en un concurso, una feria o servir de herramienta de venta para las inmobiliarias. De cualquier forma, los maquetistas nos enfocamos mucho en conseguir una estructura lo más parecido posible al original. Incluso ponemos bastante ímpetu en plasmar el exterior y los alrededores del edificio para contextualizarlo.
Sin embargo, en muchas ocasiones, obviamos el interior y fabricamos una maqueta hueca o sin mobiliario en su interior. Los muebles y los pequeños detalles de decoración, en ocasiones, llaman más la atención que la construcción en sí. Por eso es una buena idea incluirlos en los modelos a escala, eso sí, cuidando las proporciones. Y como no es tan fácil como parece, os vamos a dar varios consejos y trucos para decorar el interior de las maquetas.
Muebles en miniatura para maquetas arquitectónicas
Por su tamaño tan reducido, al elaborar maquetas o prototipos necesitamos usar herramientas de precisión como pinzas y, en más de una ocasión, hasta lupas. Los muros, paredes y techos suelen ser las piezas más grandes de cualquier modelo arquitectónico. Las puertas y ventanas y demás elementos básicos como balcones o las partes exteriores ya van disminuyendo su tamaño y, en consecuencia, la dificultad para manipularlos aumenta. Pero lo más complicado de elaborar, por su tamaño y su variedad de formas y materiales, es el mobiliario.
Al igual que el edificio, los muebles tienen que parecerse a la realidad lo máximo posible. Esto no quiere decir que necesitemos los mismos materiales para hacer un sofá en miniatura que uno a escala real. ¿O si? La verdad es que podemos utilizar infinidad de materiales y el único límite está en la imaginación. Y aquí llega el más importante de los consejos: reciclar. Cuando hacemos una maqueta, solemos utilizar mucha madera, contrachapado y plásticos que vamos recortando. ¡No tires el sobrante! Con una pieza de tres centímetros cuadrados podemos hacer una mesita. Y con algunos retales de telas se pueden hacer sábanas, tapizar sofás o confeccionar cortinas en miniatura.
Los básicos: el salón y el dormitorio
El salón y el dormitorio suelen ser las partes mejor representadas en las maquetas, con un mayor lujo de detalles. Por eso, nos vamos a centrar en contaros algunos trucos que pueden servir para crear los muebles de estos dos espacios.
El centro de cualquier salón lo ocupa un sofá, una mesa y la televisión. Para hacer un sofá podemos utilizar un simple cartón dándole forma como si de un trabajo de papiroflexia se tratara. Y para tapizarlo simplemente se pueden pegar trozos de tela. Si queréis un realismo aún mayor, utiliza algodón como relleno para que incluso parezca cómodo. Para la mesa solo necesitamos algunas piezas sobrantes de contrachapado. Incluso podemos hacer una mesa de diseño con patas de acero usando un poco de alambre. O hacer una mesa de cristal usando un trozo de metacrilato o acetato transparente. Por último, la televisión se puede elaborar con un trozo de plástico o madera pintados de negro y… ¡Otro truco! Es una buena idea imprimir una escena de la televisión real en una pequeña pieza de papel adhesivo. Es decir, creamos una pegatina que hará la función de pantalla.
Tanto el cartón como los deshechos de madera, las telas y el algodón pueden servir igualmente para construir una cama, una cómoda y un armario, por lo que el dormitorio también estaría listo.
Pegatinas por todos lados
En el interior de las maquetas es donde más variedad de texturas debemos utilizar. Suelos de madera, paredes pintadas en distintos colores, textiles… Coger el pincel y distintas pinturas para crear todos los efectos suele llevar demasiado tiempo y es bastante engorroso. Así que, al igual que con la televisión, ¿por qué no hacer pegatinas que imiten los distintos materiales? Por ejemplo, sería muy útil para imitar láminas de parqué en el suelo. Aunque para el parqué también tenemos otro truco: palos de helados. Sí, los palos de madera donde se sujetan los polos. Son perfectos para crear tableros, imitar suelos de madera o incluso para fabricar muebles.
Como veis, casi cualquier cosa es útil para fabricar muebles en miniatura. Solo hay que ponerle ganas e imaginación. ¿Os sabéis algún truco más?