Las maquetas para las promociones inmobiliarias suelen presentarse en escalas entre 1:25 y 1:50 para no perder demasiado detalle en su elaboración. Es lo mejor si lo que se quiere representar es una vivienda con un tamaño suficiente para poder ser realista. Pero, ¿qué pasa cuando se reproducen ciudades enteras? Se necesitaría un espacio enorme para fabricar un modelo que se asemeje más a la realidad. Sin embargo, existe otra forma de reducir la escala sin necesidad de perder calidad de detalle. Solo se precisa de tecnología y un poco de inventiva.

Un modelo con todo lujo de detalles

En otras ocasiones os hemos hablado de macro-maquetas de ciudades al completo, como el Panorama de Nueva York. Y hoy os traemos otro ejemplo de representación a escala de superficies reales enormes. Esta vez, el prototipo se encuentra en México y se trata de un espectáculo en sí mismo.

La Gran Maqueta de la Ciudad de México es una reproducción a escala 1:2500. Esto es que cada centímetro de la maquetas, representa 250 metros de superficie real. Para hacerse mejor a la idea, la Torre Mayor, un edificio de 33 pisos, ocupa sólo ocho centímetros en el modelo. Con esta escala, el nivel de realismo es más bien bajo. Sin embargo, todo el que visita la exposición se va con la mente llena de datos arquitectónicos sobre la ciudad, gracias al uso de la tecnología.

El uso principal de este prototipo es turístico. De hecho, lo rodean unas gradas desde las que se puede contemplar la maqueta al completo y disfrutar de la parte tecnológica. En el modelo se proyecta un espectáculo multimedia que hace un recorrido por la historia de Ciudad de México. El visitante descubre los hechos más importantes de la ciudad reflejados en el lugar exacto donde ocurrió, que se representa en la maqueta. Además de conocer, a través de un entramado de luces, audio y video, el drenaje de la capital, la red de agua potable y la telaraña que forman las rutas de transporte.

La mejor herramienta para planes urbanísticos

No obstante, este no es el único uso que se le da a la gran maqueta. En ella también se reúnen los principales gobernantes de la capital para planear acciones urbanísticas. Es otra forma de amortizar los 70 millones de pesos que costó construir el modelo, donde trabajaron un total de unos 70 especialistas en urbanismo, arquitectura y multimedia. Sobre ella es muy fácil trabajar y muestra una perspectiva mucho más gráfica y realista que con planos o infografías.

La Gran Maqueta ocupa 13 metros de ancho y 18 metros de largo de una sala de 234 metros cuadrados. Pero, además, el modelo se complementa con una sala en el nivel inferior en la que la tecnología es la única protagonista. A través de pantallas interactivas y otros gadgets tecnológicos se puede seguir explorando en profundidad la evolución urbanística de la ciudad y todo tipo de datos sobre la capital mexicana.

 

Fotografñia del artículo: Facebook – Futura CDMX

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