Los museos, las galerías y las exposiciones en general suelen estar llenas de carteles donde se leen dos palabras muy recurrentes: “No tocar”. Las obras de arte son productos muy delicados que, en ocasiones, ni siquiera se pueden fotografiar, ya que el flash las deteriorarían. Solo en los museos interactivos como los dedicados a la ciencia o el público infantil está permitido tocar los objetos expuestos. Para las personas con capacidad visual reducida, visitar exposiciones puede convertirse en una actividad compleja. Sin embargo, los museos y galerías están pensando cada vez más en este colectivo y una de las mejores soluciones es la construcción de maquetas con las que cualquiera pueda interactuar.
Uso de maquetas tiflológicas
El uso de maquetas en los museos no es nada nuevo. Habitualmente estas se encuentran aisladas dentro de una urna, de manera que solo puedes echarles un vistazo. Son muy útiles para representar monumentos arquitectónicos a escala, como castillos o fortalezas, ya que dan una visión completa del edificio. No obstante las nuevas tecnologías y la inclusión social han hecho que las maquetas salgan de sus cajas transparentes para que todo el que quiera interactúe con ellas.
Las maquetas interactivas son muy interesantes en este aspecto, sobre todo para personas con discapacidad visual. El desarrollo de modelos audiodescritos, hechos con materiales más resistentes al tacto, han supuesto un cambio en el consumo de arte por parte del colectivo de personas con una visión reducida. Asimismo, el uso de la tecnología móvil ha facilitado la comprensión de los prototipos mediante sistemas de conexión por proximidad como el Bluetooth o los Beacons. En España, las maquetas tiflológicas están ocupando cada vez más espacio en las galerías y exposiciones.
El casco histórico de Segovia: “A vista de tacto”
En Segovia han construido una maqueta de metro y medio de largo en la que se representa todo su casco histórico, desde el Acueducto hasta el Alcázar. Con ella, las personas con baja visión pueden pasear por las calles de la ciudad a través de sus manos. La maqueta está pensada para que los visitantes y viajeros con discapacidad visual puedan organizar su visita teniendo conocimiento sobre el espacio.
Aunque el tacto no es el único sentido que ayuda a este colectivo a comprender mejor la maqueta. Una descripción por audio es el complemento que este prototipo, que no sólo explica lo que se puede tocar en él, sino también los aspectos más importantes de la ciudad.
Museo Tiflológico de la ONCE
La Organización Nacional de Ciegos Españoles ha puesto en marcha un museo tiflológico y una exposición itinerante con piezas que van viajando por todo el territorio español. Se trata de una interesante propuesta para acercar la arquitectura y el arte en general a las personas con algún tipo de discapacidad, ya no solo visual.
Una de las piezas centrales de esta exposición es la maqueta de los Palacios Árabes de la Alhambra. En ella se ha tenido muy en cuenta los materiales a usar para que pueda entenderse utilizando solo el sentido del tacto. Se ha empleado madera de nogal en las cubiertas, contrachapado de okumen, metacrilato y tela de algodón.
Además, todas las obras van acompañadas de una audioguía y de un folleto en braille. Pero la tecnología ha hecho que el arte sea todavía más accesible. En concreto, en esta exposición, también se han añadido a las obras y maquetas códigos QR y beacons que envían la información directamente al teléfono móvil del visitante, adaptando el contenido al tipo de discapacidad.
Fotografía del artículo: ONCE