Las nuevas tecnologías se abren paso en todos los sectores. En la arquitectura, uno de los inventos modernos que más acogida ha tenido son las impresoras 3D. En los talleres de maquetistas y arquitectos es cada vez más frecuente encontrarse con una máquina de impresión en tres dimensiones. Se trata de una herramienta que facilita mucho la construcción de las maquetas arquitectónicas, ya que con la ayuda de un software de modelado se pueden obtener impresiones de incluso maquetas enteras. Aunque es más conveniente utilizar la impresora 3D para realizar piezas difíciles o para maquetas de concepto, en las primeras fases de un proyecto arquitectónico.

 

Sin embargo, la impresión 3D no está reñida con otros materiales más tradicionales como la madera o el cartón. Y eso lo sabe muy bien la maquetista que presentamos en este artículo: Paula Szarejko. Una maqueta fabricada totalmente con una impresora 3D no es comparable aún con el realismo de las maquetas hechas a mano. La diferencia entre ambas no es otra que los materiales. En las maquetas tradicionales se usan distintos materiales que combinan a la perfección e imitan a los del proyecto real. Sin embargo, las impresas directamente en tres dimensiones aún dejan que desear en aspecto, ya que el plástico es, por ahora, la “tinta” protagonista.

 

Una maqueta multi-material

 

La diseñadora polaca Paula Szarejko demostró que la tecnología puede mezclarse con lo convencional. Y, además, con muy buenos resultados. Lo hizo a través de una maqueta de un edificio moderno y funcional que combinaba contrachapado con PLA. La razón por la que decidió desarrollar una maqueta multi-material mezclando plástico y madera es la de dar un aspecto moderno y, a la vez, orgánico y natural. No sólo consiguió a través de los componentes, sino a través de sus formas, combinando geometrías de lineas rectas con curvas suaves.

 

Inspirada en los diseños de la arquitecta Zaha Hadid, diseño una casa futurista y sus alrededores. Para la vivienda utilizó íntegramente la impresora 3D con dos tipos de PLA distintos: uno gris, para hacer las paredes y uno traslúcido para imitar al vidrio. Pero, para los exteriores hizo uso del material más habitual: la madera. Tanto la base como los distintos niveles de suelo están hechos de contrachapado y cortados mediante CNC, una herramienta muy precisa. Los árboles que decoran el entorno están hechos de papel.

 

 

 

 

Una artista de la impresora 3D

 

Además de interesarse por la arquitectura,  Paula Szarejko, ha creado diseños también para el interior de la vivienda. Concretamente una lámpara modular elaborada mediante impresión 3D. Se trata de una composición de flores traslúcidas blancas que se posan sobre un tallo gris oscuro. La peculiaridad es que se puede transformar y elegir su altura, pudiendo ser una lámpara de pie, o de escritorio. Además, las flores están impresas a partir de hilos de PLA, por lo que si se quebrara, solo se necesitaría volver a imprimir la parte rota y unirla al resto.

 

Esta diseñadora no se ha conformado solo con la arquitectura y el interiorismo. También ha creado su propia firma de joyas impresas en tres dimensiones. Fue el primer proyecto que desarrolló con una impresora 3D. Diseña todo tipo de joyas directamente desde un software informático de modelado y les da forma a través de la impresora. Asimismo, ha creado distintos moldes de goma y plástico para producir joyas de otros materiales, como plata u otros metales.

 

 

 

Imagen del artículo: ZMorph Blog

 

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